Miguel Perpiñá, valiente y pionero
Escogió neumología porque un médico recién llegado de Estados Unidos le habló de aunar la investigación y el conocimiento científico con el natural humanismo en la práctica de la medicina. De ese mentor que fue el Dr. Vicente Marco también debió aprender a ser humilde: se siente orgulloso de todos aquellos médicos que han trabajado con él y que han crecido profesionalmente. Me pierdo en todos los cargos que ha desempeñado en SEPAR y me entrega su currículum. Cuento más de 25 puntitos en el apartado “cargos relacionados con la especialidad” entre 1989, que fue vocal de la Junta Directiva, hasta 2006, que por segunda vez coordinó el Área de Asma. Este cargo lo inauguró él mismo años antes. Igualmente fue el primer director del PII de Asma. Fue director de Archivos de Bronconeumología y mosquetero en busca del “Impact Factor”. Se fue a Filadelphia con el presidente de SEPAR, que era el Dr. Víctor Sobradillo; con el Dr. Àlvar Agustí, quien hizo la presentación a los americanos y con el representante de la editorial Doyma, a venderle en aquel entonces a la Thomson Scientific & Healthcare que para esta empresa era estratégico contar en el Journal Citation Report con una revista sobre respiratorio en castellano ya que les acercaría a la comunidad latinoamericana. La palabra pionero le parece fuerte, su parecer sobre “valiente” queda en el tintero de la entrevista. Fue secretario general de la Sociedad científica del 91 al 95 y presidente del congreso de Valencia 10 años después. Todavía hoy trabaja para SEPAR: su mano se encuentra en un Manual de Procedimientos que se publicará en breve. También fue director de SeparVisión.
¿Qué le gustaba que reflejara SeparVisión en 1991?
La misión de SeparVisión es ser un nexo de unión entre la Junta Directiva de la Sociedad y sus socios. SEPAR es nuestra casa común, la de todos los neumólogos y cirujanos torácicos y los profesionales de las enfermedades respiratorias por extensión. Mis mejores amigos son de SEPAR. Las personas con quienes me he reído, me he enfadado y de quienes he aprendido y he compartido mi vida, más allá de mi familia, han sido mis compañeros y son todos de SEPAR. SEPAR ha sido el gran motor de la neumología para mi generación.
Y los más jóvenes, ahora ¿qué es SEPAR para ellos?
Cada época tiene su afán, los horizontes se modifican, y SEPAR debe saber hacia dónde va el mundo para dirigirse al futuro con paso firme. SEPAR es el puente entre el paciente y la Administración y ahí está su triunfo. Ahora me constan los esfuerzos para implicar a los jóvenes en la organización y que hagan suyo lo que significa eso que se ha descrito como sentimiento SEPAR.
Es una ventaja competitiva de SEPAR…
Participé en un debate sobre quién defendía o defiende mejor a los neumólogos entre la Sociedad científica y el Colegio de Médicos. Yo me decanté por la Sociedad científica. SEPAR siempre ha sabido identificar las oportunidades y adelantarse a las circunstancias que marcan la profesión. Es lo que ahora sucede, por ejemplo, con la recertificación profesional. SEPAR lidera este campo en España.
SEPAR además, siempre ha estado abierta a otras Sociedades científicas y ha reclamado el puesto que le corresponde a la neumología española. También ha mirado a Europa y Latinoamérica con decisión y confianza y ahora recogemos los frutos de este liderazgo.
¿Cuáles son los puntos clave de mejora hoy en SEPAR?
La vida es presente pasado y futuro. Sea on line u off line, SEPAR no puede perder esta idea de “casa común” donde todos pueden hacer cosas y se tiene “premio” por ello: el reconocimiento profesional. El único fin es dar valor a los profesionales y a la profesión.
¿Qué grandes batallas libra SEPAR?
Todavía hoy la neumología no está suficientemente reconocida y sorprende lo poco que a veces se valora como especialidad. Hay que recordar que manejamos una gran cantidad de procedimientos de enorme complejidad, y que algunas de las patologías con las que tenemos que enfrentarnos causa una morbilidad muy elevada y tienen una prevalencia al alza. Los neumólogos de mi generación hemos peleado por hacer visibles estos aspectos. Pero es que, además, en los últimos años ha habido una evolución muy importante en el conocimiento científico de la especialidad y la neumología intervencionista ha introducido cara a la práctica diaria un amplio abanico de técnicas diagnósticas y terapéuticas. Aún así, sigue siendo a menudo poco cotizada por los recién licenciados, futuros residentes, porque la una especialidad de enfermos “que tosen, escupen y toman aerosoles”. No se les ha hecho ver que el sistema respiratorio es uno de los más complejos del ser humano. La neumología ha demostrado que sabe manejar a sus pacientes mucho mejor que cualquier otra especialidad: con mejores tratamientos y de una manera más coste efectiva. A mi modo de ver, esta es la gran batalla.
Entonces ¿qué debemos decirle a la ciudadanía?
Que somos quienes mejor les entienden y quienes mejor les atienden sus problemas, necesidades y enfermedades respiratorias. Que somos su respaldo seguro ante la Administración. Que ante sus reivindicaciones justas estaremos para apoyarlos y que no les vamos a fallar.
¿De qué se siente más orgulloso de su paso por SEPAR, hasta ahora?
De dos cosas muy especialmente. La primera es que firmé como Secretario General de SEPAR la notificación en la que se comunicaba al personal de enfermería que iban a tener un área propia. Fue en los años 90. La labor del neumólogo no se entiende sin la enfermería, que es clave. La especialidad de enfermería respiratoria debe reivindicarse porque es esencial y cuando eso se consiga habremos dado un paso de gigante en la especialidad. La segunda es haber conseguido, junto al equipo de redacción, el factor de impacto para Archivos de Bronconeumología. El Dr. Víctor Sobradillo, como presidente de SEPAR, me ofreció dirigir la revista tras la labor del Dr. Joan Ruiz al frente.
Me lo pensé una semana porque yo no sabía por entonces prácticamente nada de las interioridades propias del mundo editorial. Le contesté que sí y propuse un objetivo prioritario: conseguir de una vez por todas el deseado factor de impacto. Eso significaba, entre otras cosas, que había que publicar más números al año, diseñar una web específica para la revista, mejorar los protocolos de revisión y edición, acortar los tiempos de respuesta, la traducción simultánea al inglés de los artículos aceptados (no más de diez-quince días después de la publicación en español), y encontrar patrocinadores que ayudaran a sufragar el incremento de gasto que todo ello suponía. Yo tenía claro, además, que nuestra revista no debía abandonar el castellano y que debíamos ir a Filadelfia para exponer nuestros planteamientos. Le pedí al Dr. Àlvar Agustí que hiciera esa presentación y el Dr. Francisco García Río nos ayudó a preparar toda la documentación. Nuestro enfoque principal fue explicarles “por qué era una ventaja competitiva para ellos aceptar una revista en castellano que cumplía los estándares”: si nos dejaban “escapar” perdían una oportunidad de oro. Cuando terminó la reunión, cuatro horas después, estábamos casi convencidos de que esta vez sí. Unos meses después llegó la confirmación oficial.
¿Qué se dejó por hacer?
Mil cosas. Me siento en general satisfecho de las que llevé a cabo, aunque estoy seguro de que algunas las podía haber hecho mejor. En el terreno más personal, no conseguí convencer a un número suficiente de socios para que me eligieran. Me cabe el honor de haberlo sido de la Sociedad Valenciana de Neumología. En cualquier caso, voy a seguir trabando por el prestigio científico y social de la Neumología. Y más ahora que estoy jubilado.
¿Qué queda por explicar del asma?
Muchas cosas. Es una enfermedad compleja que afecta a muchas personas en su vida cotidiana. Pero simplificando, en respuesta a tu pregunta, el reto más importante a fecha de hoy es cómo engarzar desde una visión comprehensiva la gran cantidad de información de la que disponemos, en beneficio de los pacientes. Cuando lo consigamos, cambiaremos el manejo de la enfermedad y mejoraremos su calidad de vida.
¿Y ahora que tiene tiempo…?
Sigo haciendo muchas cosas. Trabajando para SEPAR en multitud de proyectos, dando conferencias… Estoy a la espera de encontrar la ONG ideal para aportar toda mi experiencia como médico. También escribo. Me da la sensación de que cuando el “ahora que tienes tiempo” se instala en la vida, es cuando menos cunde el tiempo. Además voy a ser abuelo y tengo mucho que aprender sobre eso.