Entrevista al Dr. Cristóbal Belda
«Que la ciencia se transforme en un motor de la sociedad y que ayude a transformar nuestro SNS»
Quizá lo mejor sea comenzar, pidiéndole que usted mismo nos haga un recorrido curricular…
Soy oncólogo y a lo que me he dedicado los últimos 25 años ha sido a compaginar la actividad asistencial con la actividad investigadora. Ya en estos últimos años he intentado que esa experiencia, personal y profesional, se transfiriera a la actividad directiva que he desarrollado. Me parece muy difícil desarrollar una actividad directiva sobre un área en la cual uno no ha tenido una experiencia profesional profunda previamente. Junto a esta experiencia me he traído las lecciones personales que he aprendido a través de mis pacientes y sus familias, que siempre me ayudan a interpretar con cierta perspectiva cada uno de los retos directivos del día a día y, sobre todo, a no olvidar para quien trabajo. Esa es la más importante línea de mi recorrido curricular.
En agosto hará dos años de su nombramiento… ¿Cómo va la experiencia al frente del Instituto de Salud Carlos III?
En estos dos últimos años, Sobre todo han sido dos años en los que he aprendido mucho y de científicos y científicas de altísimo nivel y de personas más vinculadas al ámbito de la Administración… cada cual con sus perspectivas, con su forma de entender la ciencia y la Administración pública. En realidad, vamos camino de los cinco años, prácticamente tres como subdirector general y ahora como director general.
¿Estos veinticuatro meses han dado tiempo de realizar cambios o afianzar proyectos, estrategias de la institución?
Sobre todo, nuestro trabajo vena la hoja de ruta nirector general colaborar con ella. encontrado carga y las esperas que suponeía muy facilitado porque la anterior directora, la Dra. Raquel Yotti , actualmente secretaria general de Investigación, desarrolló el primer Plan Estratégico del Instituto de Salud Carlos III, y yo tuve el lujo de participar y de colaborar con ella para hacerlo. En consecuencia, cuando ella es nombrada secretaria general de investigación y a mí me nombran director general del ISCIII, teníamos una hoja de ruta que hemos ido desplegando, todo ello sin perjuicio de la incorporación de aquellos elementos que pudieran ser necesarios en cada momento.
¿Qué oportunidades de investigación suponen los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) que se han aprobado?
El PERTE para la Salud de Vanguardia, en el que el ISCIII tiene mayor implicación, ha incorporado una nivel de financiación prácticamente desconocida en la historia de la ciencia española, con una orientación muy clara al sector productivo y a la ciudadanía, a los pacientes y a sus familias. En este momento, el PERTE para la Salud de Vanguardia intenta que la ciencia se transforme en un motor de esta sociedad, y que a la vez ayude a transformar nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Todos somos conscientes de que nuestro SNS tiene una serie de costuras en las cuales aún es necesario hacer cierto tipo de refuerzos en los que las personas enfermas, sus familias, la ciudadanía, la ciencia y la industria deben jugar un papel central. A partir de ahí, el PERTE ha generado una alianza entre todos estos actores, con el objetivo de que los pacientes y sus familias tengan un sistema sanitario resiliente y eficaz, que haya aprendido de lo que evidenciamos durante la pandemia. La ejecución de este objetivo se está realizando a través de una combinatoria de ciencia y salud proyectada sobre las personas y la industria, en la que el Sistema Nacional de Salud actúa como motor de crecimiento y riqueza. Me permitirá aquí interpretar la riqueza como un SNS eficaz en sus soluciones preventivas, diagnósticas, terapéuticas y rehabilitadoras, en puestos de trabajo altamente cualificados, empresas sostenibles y competitivas a largo plazo, en ciencia transformadora y, por supuesto, en un I+D+I público altamente atractivo para las empresas europeas.
Usted es médico oncólogo y experto en ensayos clínicos de alta complejidad, biomarcadores del cáncer… ¿Cómo ve proyectos como Casandra, de cribado de cáncer de pulmón?
Más allá de las diferentes iniciativas, permítame recordar que el mejor tratamiento del cáncer de pulmón es que no aparezca y, en caso de que esto no sea posible, que seamos capaces de diagnosticarlo en estadios potencialmente curables. Estos objetivos tienen dos aproximaciones con recorridos temporales bien diferenciados. Por un lado, a largo plazo la única solución es erradicar el hábito tabáquico y controlar la contaminación ambiental. Muy a mi pesar, el recorrido temporal para esto es prolongado. Por ello es necesaria una actuación a corto-medio plazo con el objetivo de diagnosticar a nuestros conciudadanos en estadios en los que se puedan curar. Es evidente que la logística necesaria para ello es de elevada complejidad, pero debemos ser capaces de buscar el camino para que, mientras las políticas anti-tabaco y de control de la polución surten efecto, no nos olvidemos de todas aquellas personas que, por diferentes motivos, no han tenido la posibilidad de dejar de fumar.
¿Cómo ve a España internacionalmente en cuestiones de I+D en medicina?
Somos una potencia científica a nivel mundial, muy por encima de la posición que tendríamos que ocupar en función de nuestro nivel de renta. Aquí es importante destacar que en el momento en que la ciencia española recibe financiación mantenida, estable y sostenible en el tiempo, responde con una brillantez tremenda. Nos queda una asignatura pendiente: ser capaces de transferir al sector industrial y a la sociedad toda esa enorme producción científica que realizamos. Este ejercicio de transferencia es el que se ve afectado con mayor intensidad cuando la financiación no es estable en tanto que precisa de una serie de elementos que exige apuestas públicas que deben durar décadas. En consecuencia, si este periodo de expansión de la financiación de la ciencia no se mantiene a lo largo de los años, lo que volverá a sufrir es la transferencia y, en consecuencia, la competitividad de nuestras industrias.
Durante una época muchos profesionales españoles muy bien preparados acababan en el extranjero… ¿Cómo podemos retener talento?
Hay dos mecanismos para retener talento. El primero es hacer una inversión sostenida a lo largo del tiempo de la investigación. Quiero recordar que esta es la primera vez en la que, durante una crisis, España aumenta su inversión en ciencia; históricamente, cada vez que había una crisis se reducía la inversión. El segundo mecanismo es que el recorrido profesional de las científicas y científicos sea predecible y vinculado a su talento. La reforma de la Ley de la Ciencia, aprobada en el Parlamento en septiembre de 2022, dibuja un recorrido para las científicas y científicos que en un momento determinado vuelcan su talento en instituciones españolas. Esto va acompañado de otras actuaciones vinculadas al salario de los investigadores, a un plan de atracción del talento y a un incremento en el número de las plazas de investigadores postdoctorales que permita que todas aquellas personas que estén fuera y quieran volver para desplegar su talento en instituciones españolas lo puedan hacer. Todo esto, si no se mantiene en el tiempo y volvemos otra vez a los ciclos en los que se recorta la inversión en ciencia y en el talento de las personas, generará un nuevo retroceso. Aquí es importante recordar dos efectos de los recortes en ciencia: por un lado, existe un profundo impacto en transferencia al sector industrial en tanto que los periodos de aproximación exigen apuestas muy prolongadas; por otro lado, el talento se marcha a otros lugares en los que se apuesta por ellos. No puedes planificar una línea de investigación que puede exigir años de la vida de una persona si su principal problema es llegar a fin de mes o renovar un contrato de seis meses. Esto es lo que hemos modificado, y este es el verdadero punto en el que se debería ser tremendamente constante: predictibilidad del desarrollo profesional, vinculado al talento, y mantenimiento de una financiación muy estable y creciente en Ciencia. Nadie debe renunciar al objetivo del 1,25% de inversión pública que recoge la Ley.
¿Qué aporta una sociedad científica como SEPAR?
SEPAR ha aportado muchísimo en los últimos años y, desde el punto de vista estratégico, es una sociedad ejemplarizante. Tiene una alianza con el ISCIII para desarrollar actividades conjuntas en aspectos científicos vinculados a la neumología, la cirugía torácica y el aparato respiratorio. Me resulta de especial interés una característica de esta sociedad en tanto que entiende el aparato respiratorio como un todo; es especialmente atractiva la forma en que integra la perspectiva del neumólogo clínico con la de la cirujana torácica y con la de todos aquellos que tienen interés en el aparato respiratorio, independientemente de cuáles sean sus especialidades médicas o quirúrgicas de origen. Es algo que admiro profundamente porque sitúa en el centro al conocimiento clínico- científico, que puede ser abordado desde perspectivas y especialidades razonablemente diversas conectadas por ese nexo común.
¿Qué le supuso recibir el premio de la Sociedad en el Congreso de SEPAR del año pasado?
Fue algo muy ilusionante. Desde que llegamos al ISCIII hace casi cinco años, he tenido una intensa relación con la SEPAR, desarrollando actuaciones conjuntas para promover las vocaciones científicas entre los afiliados a la sociedad. Es evidente mi cercanía intelectual con esta sociedad pero me permitirá transmitir un agradecimiento especial a su presidente, al que me une el privilegio de haber aprendido a ser médico durante muchos años y muchas guardias en el Hospital Universitario La Paz.
Para finalizar, ¿objetivos, retos y horizontes que se ha propuesto profesionalmente para este 2023?
Mi objetivo es que el ISCIII y la ciencia biomédica española sigan avanzando con la firmeza de los últimos años, y que seamos capaces de responder a las necesidades de la ciudadanía. Luego cabe aterrizarlo en cosas muy concretas: este año tenemos actuaciones como la creación del Consorcio de Terapias Avanzadas, que es algo muy estratégico para el sector investigador vinculado a las ciencias de la salud en España; también, el desarrollo de una serie de convocatorias de financiación que esperamos tengan un papel muy destacado y seminal para los investigadores e investigadoras españolas. Asimismo, es un año con retos vinculados a los fondos europeos, que tenemos que seguir ejecutar en tiempo y forma.