Informe Comité de Relaciones Institucionales
José Miguel Rodríguez González-Moro
Director Comité de Relaciones Institucionales /
Cada vez son más las organizaciones, ya sean públicas o privadas, que toman conciencia de la necesidad de desarrollar unas relaciones institucionales fluidas y estables en el tiempo con sus stakeholders (agentes o grupos de interés y de influencia). Las relaciones institucionales, más allá de incluir funciones de comunicación, protocolo y organización y gestión de acontecimientos, han adquirido un rol indispensable para cualquier organización: la relación directa y positiva, periódica y estable, con otras organizaciones, grupos o instituciones que tienen o pueden tener influencia en su ámbito de trabajo. SEPAR debe ir avanzando para dar mayor valor y relevancia a las relaciones institucionales que haga posible situarlas en el marco estratégico de una organización. Cierto es que somos una sociedad científica cuyos objetivos principales son la formación y la investigación en nuestra área de conocimiento. Pero no es menos cierto que resulta ya imprescindible que para lograr estos objetivos es necesario establecer contactos con un amplio abanico de personas, que les permite ayudarse mutuamente, en situaciones profesionales y personales (networking). En nuestro caso los stakeholders son, entre otros, las autoridades nacionales y autonómicas (Ministerio, Consejerías), las académicas (Universidades), las profesionales (Colegios de Médicos, Organización Médica Colegial), la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias (Farmaindustria y Fenin, como patronales de las mismas y las diferentes industrias a título particular), los medios de comunicación, las asociaciones de pacientes y las otras sociedades científicas (FACME).
En este año que ha pasado desde Granada, hemos dotado a SEPAR de una nueva sede en Madrid, que completa a la de Barcelona, y que proporciona visibilidad externa y facilidades internas a los socios. Sin duda, es el logro que me ha llevado mayor tiempo y estamos orgullosos de lo conseguido. El otro tema es más peliagudo, es el relacionado con la imposición de unos códigos éticos por la industria, farmacéutica y de tecnologías, que nos hacen sentirnos como delincuentes. Todos defendemos unos patrones de conducta trasparentes y dentro de nuestra ética profesional, pero da la impresión que la industria trata de lavar su imagen a costa de los profesionales. Hemos mantenido y mantendremos reuniones tanto como SEPAR como desde FACME para que este tema se centre en su justa medida y que la formación no se fiscalice. Los Ministerios de Hacienda y de Sanidad son sensibles a este tema y tenemos que conseguir dar la vuelta a la tortilla y pedir que se fiscalice solo la actividad de la industria que no esté avalada por sociedades científicas.
En el informe a la Asamblea se detallan todas las actividades realizadas, que no habrían sido posible sin la participación de todos los socios que forman parte de este Comité (Ana Pueyo, Cristina Martínez, Nerea Zabala, Carme Hernández, Eusebi Chiner, Juanjo Rivas). Han sido cinco años apasionantes en los que he aprendido y he disfrutado y espero haber ayudado a que SEPAR se relacionara mejor con todo nuestro entorno. Gracias.