IN MEMORIAM: PILAR BONANY 1949 – 2023
Último adiós a Pilar Bonany, secretaria de SEPAR durante 49 años
Pilar Bonany falleció en Barcelona el pasado 29 de agosto a los 74 años. Con su pérdida se nos va una parte muy importante de la historia de SEPAR. En 1967, cuando tenía 18 años, empezó a trabajar en la secretaria de SEPAR. En 2016, tras 49 años ininterrumpidos de entrega entusiasta a nuestra sociedad, pensó que ya era hora de disponer de más tiempo para ella y su familia, por lo que optó por la jubilación.
Los que tuvimos la fortuna de trabajar con ella y conocerla a fondo sabíamos de su timidez y de lo mucho que odiaba ser foco de atención. Siempre estuvo en contra de que se le hicieran distinciones, y menos aún homenajes, posición que mantuvo hasta el final de su vida dejando claro que no quería ningún tipo de ceremonia fúnebre tras su muerte.
Seguramente estaría en desacuerdo conmigo con que le escribiera esta breve reseña biográfica, pero dado que la memoria humana es débil y olvida con facilidad, me parecería muy injusto que no quedara constancia escrita de su paso por SEPAR. Es por ello que me atrevo a contravenir sus deseos.
Su vida laboral la dedicó en exclusiva a la sociedad que vio nacer y a la que amaba sin limitaciones. Si tuviese que resaltar sus mejores virtudes no tendría duda en destacar su fidelidad, su honestidad, su competencia, su exquisita discreción, su habilidad para solventar situaciones conflictivas, en definitiva, su enorme profesionalidad.
Durante su prolongada etapa liderando la secretaría tuvo que atender a un buen número de presidentes de la sociedad, con sus respectivas juntas directivas, a los diferentes comités, a las áreas y también a todo asociado o asociada que lo demandara. A nadie se le oculta lo complicado que debió resultar esta tarea. Pilar la llevó a cabo con excelentes resultados gracias a su carisma y a su buen hacer. Creo que no miento si afirmo que después de su dilatada trayectoria en SEPAR, resultaría muy difícil encontrar opiniones desfavorables respecto a su labor y a su compromiso con la sociedad. No es de extrañar por tanto que Pilar Bonany se considerara como una auténtica institución en la SEPAR.
Mi relación personal con Pilar se inició a raíz de mi nombramiento como vicepresidente de SEPAR en 1987. A partir de entonces, y debido a los distintos cargos que fui ocupando en la sociedad, tuve la ocasión de compartir numerosas vivencias, la mayoría satisfactorias y algunas no tanto. Lo que siempre percibí fue su apoyo, su lealtad incondicional y un profundo respeto, respeto que era mutuo y que se mantuvo a lo largo de los años, ya que yo era consciente de que tenía a mi lado una gran profesional que hacía fácil el trabajo sin el menor ruido y en la que podía confiar sin fisuras.
Dos cualidades que personalmente apreciaba muchísimo y que antes ya he comentado, era su encomiable discreción y el nulo interés por el protagonismo. Fue enemiga acérrima de los ahora llamados “postureos”. Su filosofía laboral la basaba en el trabajo bien hecho tratando de incomodar lo menos posible y sin buscar ni esperar reconocimiento alguno por ello.
Durante mi etapa de presidente de la sociedad, en la junta directiva se planteó la oportunidad de contratar a un gerente para dirigir las tareas administrativas y de gestión en general. Tras abrir un amplio debate sobre el tema y evaluando los pro y contras de esta acción, decidimos que Pilar reunía cualidades suficientes para llevar a cabo esta tarea, así que le propusimos que actuara como directora ejecutiva de SEPAR, cargo que aceptó y mantuvo con especial dedicación y eficacia hasta su jubilación. Al reflexionar sobre este punto me siento particularmente orgulloso de haber contribuido a su más que merecida promoción en reconocimiento a sus valores y a su inestimable aportación a nuestra querida sociedad.
Estimada Pilar, nos has dejado una huella muy profunda. Tu recuerdo permanecerá.
Juan Ruiz Manzano, presidente SEPAR 2009-2012