ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGÍA: ¿DÓNDE DEBEMOS ESTAR?
Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande. (José Ortega y Gasset, 1883-1955)
Tanto ‘Archivos de Bronconeumología’ (en adelante Archivos), como su ‘sister journal’, Open Respiratory Archives (en adelante OPRESP), son los órganos oficiales de comunicación científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), de la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) y de la Asociación Iberoamericana de Cirugía Torácica (AIACT). Ello supone que estas revistas sean el nexo de unión de miles de socios pertenecientes a más de dos docenas de sociedades científicas (si consideramos las 19 que conforman la ALAT). Como Editor Jefe de Archivos pienso que la mayoría de esta enorme cantidad de socios pretende que nuestras revistas se codeen, tanto científica como bibliométricamente, con otras revistas como la nuestra, que aglutinan a un gran número de socios y que atraen a un gran número de autores y lectores. Sin embargo, con los pies en el suelo, creo que nadie piensa (al menos de momento) en competir con las grandes revistas del tipo ‘American Respiratory Journal and Critical Care Medicine (ARJCCM)’ o ‘European Respiratory Journal (ERJ)’. Probablemente, una de las razones principales es que, para bien o para mal, hemos de ser conscientes de que el mundo anglosajón (y por lo tanto el idioma inglés) domina la ciencia médica escrita, lo que hace que estas grandes revistas, además de por su gran valía científica, cuenten con esta ventaja adicional. Por otro lado, también pienso: ¿Qué impide que Archivos pueda codearse con revistas de Neumología y Cirugía Torácica, que, aunque publicadas en inglés, no tengan actualmente la envergadura de las dos anteriores, como ‘Chest’ o ‘Thorax’? ¿Quizá sea este nuestro puesto natural en el futuro? ¿Por qué no?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla porque depende de muchos factores, pero cuando comencé mi andadura en Archivos junto a mi equipo editorial, esta era la meta bibliométrica soñada (la realista era mantenerse en el primer cuartil); si bien para conseguir este objetivo decidimos que solo podríamos andar por una única senda, la de mejorar la calidad científica del contenido de la revista, un aspecto ya difícil “per se” después de la excelente calidad que heredamos de los equipos editoriales anteriores.
Y con ello en mente (entre otras muchas cosas), ya son casi tres años de trabajo, en una época enormemente difícil, durante y después de una pandemia mundial que ha venido a trastocar absolutamente todo el ámbito editorial con millones de artículos dedicados a la COVID-19, los cuales debían de ser publicados a una velocidad sin precedentes. A este hecho, se añadía otro problema: la sobrecarga para editores, empresas editoriales, buscadores y las empresas de indexación de artículos científicos más importantes del mundo como ‘Pubmed’, ‘Web of Science’, ‘Science Direct’ o el propio ‘Clarivate’ (empresa que asigna anualmente los factores de impacto). Por ello, la llegada a los editores de las revistas de información absolutamente incierta y cambiante hacía (y sigue haciendo) imposible planificar prácticamente nada. Y efectivamente, fruto de todo este caos y por un error de las empresas de indexación afortunadamente detectado y solventado a tiempo, Archivos quedó sin ser indexada durante casi un año en ‘Pubmed’ y en ‘Scopus’ (dos de los buscadores más importantes del mundo), lo que causó un daño irreparable.
A grandes males, grandes soluciones, y aun con todo ello, nuestra ilusión, trabajo, constancia y ánimo se han mantenido intactos; nuestros objetivos no se han movido ni un ápice, y siguen llegando muchos artículos de gran calidad gracias a los autores que apuestan por nuestra revista. Además, se consiguió que todos los artículos de Archivos entre 2021 y 2023 (ambos inclusive) permanecieran en abierto para todo el mundo, con el importante aumento en la visión nacional e internacional de la revista. Todo ello ha hecho que, tanto nuestra calidad científica (de difícil medición objetiva, aunque de medición aproximada por el número de citas que recibe), como nuestra posición bibliométrica, hayan batido récords históricos, situándonos por primera vez con más de 1,000 citas, y con un factor de impacto de 8 puntos (subiendo desde el año anterior por lo tanto 1.7 puntos). Asimismo, estamos en el top ten de las revistas neumológicas y de cirugía torácica del mundo, a menos de 2 puntos de las comentadas ‘Chest’ y ‘Thorax’, y por supuesto, en el primer cuartil de las mismas. Pero la consecución de estos objetivos no es fruto del azar, sino de múltiples acciones puestas en marcha, entre las que se encuentra el enorme trabajo del equipo editorial y la ayuda inestimable de revisores y autores, así como la independencia en el trabajo que siempre se nos ha otorgado, sin todo lo cual hubiera sido imposible conseguir lo que hasta ahora se ha conseguido.
Las acciones puestas en marcha han sido muchas, pero quizá cabe destacar el intento por internacionalizar la revista incrementando el número de invitaciones a participar a grupos de investigadores nacionales e internacionales de renombre mundial que han aceptado, en su gran mayoría, aportar su “granito de arena”, sin olvidar por ello (porque siempre lo hemos tenido en mente e incluso se ha cuantificado) la diversidad de temas, de áreas, y de tipos de autores (con especial énfasis en los emergentes y algunos otros grupos en particular). Por otro lado, se ha establecido el inglés como el idioma escrito principal de la revista, con algunos matices (considerando de dónde venimos y a qué sociedades representamos con nuestras revistas): se ha mantenido la posibilidad de enviar manuscritos en castellano cuya versión siempre aparecerá online cuando se envíen en nuestro idioma, y todos los documentos oficiales de las sociedades que nuestras revistas representan se remiten en castellano, para obtener, a partir de su traducción, siempre ambos idiomas disponibles para los lectores. No obstante, esta migración al inglés, que en mi humilde opinión tarde o temprano habría ocurrido para poder seguir creciendo, se precipitó antes de lo esperado como consecuencia de las exigencias de ‘Pubmed’ para que nuestros manuscritos pudieran ser indexados en su plataforma (algo obviamente crucial). Solo una dura negociación con esta empresa americana hizo que pudiéramos mantener los documentos en castellano como material suplementario sin perder su indexación. Fruto de ello, el número y calidad de documentos de muchos países del mundo ha ido aumentando e incluso las guías internacionales de las enfermedades más prevalentes en neumología añaden a Archivos en su catálogo de revistas para publicarlas. Respecto a este aumento de publicaciones internacionales es importante destacar que no ha ido en detrimento de las publicaciones de los socios de las sociedades que integran la revista, cuyo número se ha mantenido e incluso aumentado. Por eso, es importante destacar que no ha aumentado el porcentaje de artículos rechazados de los países hispanoparlantes, sino que este incremento en el rechazo ha sido generalizado y proporcionado, lo que lamentablemente es imprescindible cuando la calidad científica de la revista aumenta y es necesario seleccionar de forma rigurosa el material entrante.
Otra de las acciones que me gustaría destacar es que podemos decir con orgullo, que conseguimos la paridad de género en cuanto a los artículos por invitación (obviamente en los artículos originales solo nos basamos en su calidad científica, sin otros condicionantes). De esta forma, aproximadamente el 50% de estos artículos (habitualmente editoriales y revisiones) se han ofrecido a mujeres o grupos liderados por mujeres. Este fue otro de nuestros objetivos iniciales que hemos podido conseguir.
Y a partir de ahora, ¿qué? Pues queda la parte más difícil que es, como mínimo, mantenerse en esta situación de privilegio en un ambiente absolutamente incierto desde el punto de vista editorial (se estima que habrá revistas que vean reducido su factor de impacto en más de un 50% cuando los artículos relacionados con la COVID-19 dejen de tener el interés inicial lo cual, salvo nueva pandemia, ocurrirá en un plazo menor de 2 años y de hecho ya se está haciendo patente en los factores de impacto que aparecieron en Junio de 2023). Los equipos de editores anteriores a nosotros hicieron un trabajo excepcional y nos dejaron un camino muy bien marcado para trabajar, por lo que solo podemos agradecérselo. Personalmente (y creo que puedo decir que hablo en nombre de todo el equipo editorial actual) me gustaría que todos tuviéramos en mente que tanto Archivos como OPRESP son las revistas de todos los socios; que los que estamos ahora dirigiendo las revistas, tarde o temprano, dejaremos de ocupar estos puestos y los ocuparán otros, seguro que para hacer que crezcan más. Por eso debemos aprovechar este buen empujón científico y bibliométrico que afortunadamente se ha conseguido para enviar estudios de calidad como primera opción (y no porque otras revistas hayan rechazado el estudio), y para que citemos los trabajos de nuestras revistas al mandar manuscritos a otras, ya que eso no solo es positivo para nuestros parámetros bibliométricos, sino también para la visibilidad de las mismas y de los socios y sociedades que las integran, así como para los autores que publican en ellas. Además, tenemos la suerte de que OPRESP ha sido recientemente indexada en ‘PubMed Central’, paso previo a la consecución de un factor de impacto propio, lo cual le dará una gran entidad a la revista y, en consecuencia, será muy positivo también para Archivos.
Creo que vamos por el buen camino, pero el camino editorial está lleno de espinas y de agujeros, lo que hace que haya que estar constantemente alerta para evitar la pérdida de visibilidad y calidad. Seguimos trabajando para continuar creciendo. Quizá algún día tengamos que plantearnos objetivos diferentes que nos permitan seguir creciendo aun cuando veamos que hemos alcanzado un techo: ¿Cambio del título de la revista al inglés (hay antecedentes en la revista portuguesa)? ¿Dependencia directa de las sociedades implicadas como ERJ o el ARJCCM gestionados por ERS y ATS? Llegado el momento, si ha de llegar, entre todos los socios tendremos que decidirlo. De momento, seguimos animados y luchadores, pero me gustaría acabar esta editorial repitiendo, sin caer en la pesadez, una idea absolutamente clave, Archivos y OPRESP no son la revista del comité editorial, son las revistas de todos los socios, por lo que su éxito, es el éxito de todos. ¡Vamos todos a por ello!