Julio Ancochea: «La neumología es una especialidad muy clínica con apasionantes áreas de investigación y técnicas y pruebas»
¿Cómo nace tu vocación por la Medicina? ¿Y por la Neumología?
Tengo una foto, muy pequeñito, con apenas dos años, con un fonendo colgado al cuello. Mi abuelo era médico forense en Puebla de Trives, en Ourense, en Galicia. Dos tíos míos eran médicos. Uno era mi tío Julio, por el que me llamo así. Desde niño ya sabía que de mayor sería médico. Nunca lo dudé. Soy médico por vocación. Había varias especialidades que para mí eran atractivas, pero quizás elegí la Neumología por mi espíritu poético, “lo profundo es el aire”, el milagro de la respiración. Además, es una especialidad muy clínica con apasionantes áreas de investigación y técnicas y pruebas que no sólo dan respuesta a la Neumología sino a otras muchas especialidades.
¿Cuál fue tu primer contacto con SEPAR?
Como todos los residentes de Neumología, desde que pisé mi Servicio en La Princesa. Ser neumólogo es ser de SEPAR. Es una militancia. Es el sentimiento SEPAR y saber que SEPAR es fundamental para la Neumología, para formarse, para hacer realidad nuestro sueño, para investigar. A partir de aquí, fui vocal del Comité de Congresos entre 1994 y 1996 y presidente de nuestra Sociedad de 2006 a 2009. Diez años después, en 2019, en el Congreso de Santiago de Compostela impartí la Conferencia Manuel Tapia, en mi tierra. Entre 1994 y 1996 desarrollé varios cargos: vocal del comité organizador del 38º congreso nacional de Madrid, vocal del grupo de trabajo de técnicas diagnósticas y terapéuticas, coordinador local del Año SEPAR del Asma, coordinador del Área de Técnicas y Trasplantes, miembro y director del PII de EPID, director de SeparSolidaria a partir de 2009, presidente del comité organizador del 45º Congreso nacional de SEPAR de Madrid en 2012, etc. Son muchos años sintiendo los colores de SEPAR y viviendo con intensidad lo que un día denominamos “sentimiento SEPAR”, esta manera de ser orgullosa y generosa de la especialidad a la que amamos.
Y de aquí a llegar a ser presidente; ¿de qué te sientes más orgulloso de tu trayectoria en SEPAR?
Fue una etapa más que apasionante. Fui el 18º Presidente de SEPAR. Me regí por cuatro palabras, cuatro objetivos: transparencia, innovación, liderazgo y compromiso. Hicimos muchas cosas: un plan estratégico que nos fijara la senda para ser mejores, firmamos el convenio con CIBERES, desarrollamos los PIIs, … Pilar de Lucas, como directora de Formación Continuada hizo un trabajo excelente, pensamos y pusimos los pilares del DPC, creamos SeparSolidaria ,SeparPacientes, SeparComunicación, SeparFuturo, SeparMujer y apostamos por la comunicación interna y externa: los separnews y el gabinete de prensa que nos posiciona de cara a la ciudadanía, lo iniciamos y lo consolidamos. Pero de lo que me siento más orgulloso es de todas las personas que hicimos, juntas, este trabajo y compartimos un sueño. Siempre digo que “nosotros somos mejores que tú o que yo”. Me gusta conjugar la primera persona del plural. La labor es siempre de equipo. Y en este equipo juega un papel fundamental la secretaría de SEPAR que fue Directora Ejecutiva, Pilar Bonany, a quien le agradezco siempre que tengo ocasión su trabajo porque se lo merece. Pilar ha sido el alma de SEPAR y ha sabido conjugar talento y trabajo, rigor, sentimiento y pasión.
¿Tu mejor momento en Separ?
Un momento especialmente emotivo para mi en SEPAR fue en Santiago de Compostela, en mi tierra, con los míos, con todos, que son muchos, cuando tuve el gran honor de ofrecer la conferencia Manuel Tapia, en el Congreso de 2019. Tuve la ocasión de repasar cómo forjamos ese sentimiento SEPAR a fuerza de trabajo duro y comprometido, y fue un momento para agradecer a todos los que me acompañaron en ese camino para alcanzar los objetivos que en su momento nos propusimos. También fue un momento para recoger complicidades y parabienes, que llegaron a emocionarme. Y , sobretodo, fue un momento para estar con las personas más queridas. Son muchas las personas a las que quiero y me quieren, por lo que me siento muy feliz.
¿Y el peor?
Sin duda, despedir a Antoni Xaubet, el gran amigo. Le echo de menos. Y otros tantos momentos muy tristes cuando los amigos nos dejan para siempre: Albert Jovell, otro grande…
¿Por qué es tan importante la Humanización de la Medicina?
Contestaré con otra pregunta ¿cuándo dejó de ser humana la Medicina? Ángel Gabilondo, uno de mis grandes amigos, dice en su libro “Alguien con quien hablar” que “El ritmo de la vida, de la respiración, de la sangre habita en cada palabra. Son latidos de la palabra. Brotan de la espera de alguien con quien hablar y, si cabe, con afecto, decirnos”. Ángel añade que “sin afectos no hay conceptos”. Podemos avanzar en todos los campos científicos de la Medicina, pero al fin y al cabo, todos somos personas, todos tenemos sentimientos y emociones: médicos y pacientes. Los médicos somos personas trabajando para personas y, ser persona, es lo fundamental en esta vida. A mi, mi padre, sólo me pidió ser buena persona.
¿A qué te dedicas en tu tiempo libre?
No tengo mucho tiempo libre. Un periodista amigo me define como “el hombre que nunca duerme”. Me ocupa La Princesa, la Universidad, ASOMEGA, la asociación de médicos gallegos… y le debo mucho tiempo a mi familia, lo más importante en mi vida. Siempre hay muchas cosas por hacer…
¿Ser gallego marca?
Marca en espíritu. Aunque nací en Madrid, me siento muy gallego, siento morriña de mi tierra. Mi pueblo, mi infancia, mis sueños, mis raíces…