Conferencia Manuel Tapia 2021: La mujer en SEPAR, reflexiones en tiempos de Crisis
Pilar de Lucas Ramos
Expresidenta de SEPAR
En 1987 SEPAR puso en marcha la celebración durante su Congreso anual de la conferencia Manuel Tapia, mediante la cual se daba reconocimiento a quien fue gran tisiólogo español, primer presidente de la Sección Española de la Asociación Internacional para el estudio de los bronquios y, como tal, el gran impulsor de la fundación de SEPAR. Tradicionalmente esa conferencia ha sido encargada a personas de reconocido prestigio que además fueran, socios o no, grandes colaboradores de nuestra sociedad. Cuando a finales del 2019 la Junta directiva de SEPAR me invito a ser la conferenciante en el congreso Sevilla 2020 fui muy consciente que los motivos para honrarme con dicho encargo no eran otros que mi condición de primera mujer presidenta. Por esto decidí enfocar mi conferencia hacia la historia de las mujeres en SEPAR, como han ido posicionándose y lo que actualmente representan.
La primera afiliación de una mujer en SEPAR se produjo en 1970 y no es hasta 1983, 15 años después del nacimiento de la Sociedad, cuando aparece una mujer en la Junta Directiva de la misma, la Dra, Carmen Puzo Ardanuy, una auténtica pionera. Sin embargo, esto se puede considerar un dato aislado porque, pese al progresivo y notable incremento del número de mujeres en nuestra sociedad, su presencia en los órganos de gobierno y su protagonismo en las actividades científicas de la sociedad fue casi inexistente hasta finales de los 90, cuando primero la Dra. Piedad Usetti y posteriormente la Dra. Cristina Martínez y yo misma accedemos a la junta directiva, como vocales. Sin duda los actuales estatutos y también el auge experimentado por las sociedades autonómicas, ha contribuido a posicionar a las mujeres dentro de la sociedad, al crear ambientes de dimensiones más reducidas que facilitan el acceso de las mujeres a posiciones directivas. Y, desde luego, la apuesta realizada por dos de nuestros presidentes, Julio Ancochea y Juan Ruiz, poniendo la dirección de comités asesores fundamentales, como son científico, formación, congresos e institucionales, en manos de mujeres, fue el paso definitivo que preparó a nuestra Sociedad para decidir que una mujer presidiera la misma. Y ese honor recayó sobre mi en el Congreso celebrado en Oviedo el año 2011.
No sé si mi presidencia reunió las características que se atribuyen al liderazgo femenino, pero si puedo afirmar que apliqué dos principios que se repiten en los cursos de liderazgo: haz lo mejor que puedas hacer y trabaja con el ejemplo. Brevemente, el desarrollo del plan estratégico de la sociedad en el período 2012-2015, bajo la primera Junta Directiva presidida por una mujer, se centró en la regulación normativa de la sociedad, mediante la creación de los reglamentos, los avances en la autogestión económica, la política de alianzas con las instituciones y otras organizaciones, el impulso a la gestión de calidad que culmino con el Reglamento de Acreditación de Unidades, los cambios en la evaluación de becas encaminados a hacerlas más equitativas y universales, el desarrollo de un programa de formación continuada totalmente organizado, basado en formación por competencias, orientado a la confluencia con el programa europeo. y que se complementó con la creación de la Cátedra de Neumología SEPAR y, finalmente, la internacionalización de la sociedad que culminó con el Convenio firmado con la ERS para la doble afiliación. Con la finalización del plan de Desarrollo Profesional ligado a la validación de la colegiación y con la publicación de un Libro Blanco que plasmaba la realidad de la neumología y permitía establecer las futuras líneas de actuación, llegábamos al final de este primer período, en el que por primera vez había una Junta de Gobierno mayoritariamente formada por mujeres, con un Sociedad muy sólida, reconocida nacional e internacionalmente y abierta al futuro.
A fecha de hoy, con aproximadamente 5000 afiliados, el 55,4% de los socios de SEPAR, son mujeres y esto no es solo debido al impacto de las profesiones en las que tradicionalmente el número de mujeres era mayor, sino que dentro de la neumología, las mujeres suponen el 54%, incluso en cirugía torácica el porcentaje de mujeres, 34%, es elevado y, lo más importante, es lo que sucede en el grupo de residentes: aquí las mujeres constituyen el 69%, es decir casi la tres cuartas partes de los futuros neumólogos y/o cirujanos torácicos son mujeres. En esta situación ha llegado la pandemia COVID 19, un episodio dramático por cuanto se ha llevado por delante la vida de numerosos pacientes y ha hecho tambalearse nuestro sistema nacional de Salud. En esta pandemia, que ya dura casi dos años, el papel jugado por SEPAR como sociedad científica y por sus asociados como profesionales de la salud, ha sido fundamental y ejemplar. Desde el primer momento SEPAR colaboró en los protocolos para el diagnóstico, tratamiento y control elaborados por el Ministerio. Ha desarrollado un gran número de actividades formativas dirigidas a todos los profesionales de la salud, socios o no de SEPAR, y ha impulsado ambiciosos proyectos de investigación cuyos frutos ya han comenzado. Y todos estos proyectos están liderados tanto por hombres como por mujeres, trabajando al unísono, como no puede ser de otra manera. Y lo mismo ha ocurrido en la atención a los pacientes, donde el trabajo realizado por las UCRI’s, mayoritariamente dirigidas por mujeres, ha sido elemento clave para evitar el colapso hospitalario y reducir la mortalidad de la enfermedad. Sin embargo, excepción hecha de la Comunidad de Madrid, las mujeres continúan siendo una minoría en la dirección de los servicios de Neumología, que decir de la Cirugía Torácica. Pero es que también lo es en los órganos de gestión de nuestra sociedad: Junta Directiva, Áreas Científica, PII’s, y Grupos Emergentes. Y esto forzosamente tiene que cambiar porque, a la vista de la distribución por sexos que hemos referido, la equidad en el liderazgo será totalmente necesario para mantener no ya el prestigio y la excelencia de nuestra Sociedad, sino la calidad en los procesos asistenciales. Ha llegado el momento en que el hecho de que la Sociedad esté presidida por una mujer no constituya ninguna novedad.